Al ir mirando mi historia,
todo ese pasado que llevo conmigo, y más que mi pasado, ese legado emocional que
siempre me ha acompañado y que he hecho mío durante muchos años…Empiezo a traer
esas historias, a recordar desde donde podía venir eso a lo que llamamos Sombras,
esas sombras que nunca vi en mi o que creí que no las tenía, sombras que eran
invisibles y de las cuales me venían acompañando siempre…
Un día
esas sombras se hicieron visibles, y fue cuando sentía que
mi vida era casi perfecta, por el solo hecho de que creía que estaba manejando
todo a la perfección en el día a día, sintiendo que no necesitaba ayuda de
nadie. (Y hoy me doy cuenta que estaba en una gran soledad).
Un día de vuelta a buscar a mis hijos al colegio, discutí en el camino con un automovilista, a la semana discutí con la profesora de mi hija por su rendimiento, luego un silencio profundo con mi marido al punto de casi no tener nada de comunicación en nuestra relación de pareja.
Me pasaba la vida en ese
orgullo, muchas veces discutiendo por cosas insignificantes, que me llevaba a
esa negatividad, a esa necesidad de siempre tener la razón, me limitaba a
recoger nueva información, prefería quedarme en ese lado oscuro de mi
inseguridad, de mis miedos y mis frustraciones. Así era más fácil mostrar una
vida ideal…
Y que difícil
cuando empecé a tener conciencia de mis sombras,
aquellas que no conocía y que han sido un reto moral en mi vida, algo doloroso
de adquirir por el temor de ser rechazada…o de tener que darme cuenta de toda
esa parte negativa, que mi EGO había rechazado; ese ego que lo camuflé en forma
de ansiedad, miedo, vergüenza, culpa y tristeza. Y que me iba distorsionando,
empobreciendo y haciéndome creer que yo era así.
Me cerré
a muchas oportunidades, por el miedo o porque simplemente me daba vergüenza…
Recuerdo y creo que, hasta hoy, nunca me ha gustado hablar en público y
menos de algo mío ¡Qué vergüenza! Y analizando esa vergüenza,
me vuelvo a preguntar ¿vergüenza de qué?, de ese mostrarme tal y como soy, ¿o
de mostrar cada uno de mis dones?, y lo mejor era ser la que no se exponía mucho,
un poco tímida pero siempre cuidando mi entorno, no confiando mucho… así como
tampoco haciéndome cargo de cosas y prefería echar la culpa al resto o poner una
excusa.
¡Muchas veces debería
haber gritado todo lo que odiaba, lo que no me gustaba!… y siempre fue más fácil quedarme callada… guardar muchas de esas cosas y hacerlas parte
de mí. Ser la fuerte y que nada me importara, y bajo esa dinámica viví mucho
tiempo. Centrada en mi ego, conectando con una herida o varias
heridas que iban más allá de mi historia transitada.
Al ir mirando y
haciéndome cargo de todo ese legado que venía conmigo, fue cuando empecé a
mirar que algo dentro de mí no estaba funcionando tan bien como yo pensaba. A raíz
de ese pensamiento que un día me atrapó, comencé a tratar de cambiar cosas,
para poder generar mi transformación, y no solamente de un nivel físico, sino que
desde esa emocionalidad muy profunda de la cual no tenía ninguna claridad. Me tuve
que dar cuenta de que debía cambiar y más que cambiar, transformar por completo
esa perspectiva de vida que venía viviendo.
Ya a principios del año
2020, había tocado fondo en mi autoestima, en mi amor propio, y en los demás.
Mi mente, ya no podían seguir sosteniendo esa mentalidad de restricción hacia mí,
hacia lo que si era real, y darle el verdadero valor a todo lo que traía.
Tomé la decisión de formarme
como Coach Ontológico, y ver si existía la posibilidad de abrirme a otros
caminos, pedí ayuda, un poco de orientación dejando todo ese ego de lado que
traía conmigo… Y no sería fácil, ya que en esta decisión si o si tenía que
mostrar mis sombras que tanto ocultaba… y un alma algo herida que debía
sanar… ¡y que miedo!, porque lo más loco de todo era que tendría que mostrar
todo eso que escondía a alguien que ni siquiera conocía!!!!, todo lo que me
había guardado por años.
Y ese SER que al
principio fue desconocido, me escuchó con cariño, me contuvo, y sé que me
entendió, y me ayudo a darle luz a esa Sombra Personal, para afrontarla
y aprender a conocerla concientemente. No diré que fue rápido ni fácil el
proceso, fue un camino duro hasta ese nuevo aprendizaje, del cual aún sigo y
seguiré aprendiendo.
Gracias a todo ese
aprendizaje que tuve, hoy puedo interpretar, analizar e ir asimilando cada
vivencia, desde otra disposición, ahora más positiva, y saber que formo una
parte activa de ese legado cultural que me dejaron y que posiblemente yo
también lo dejé, a esas mujeres que son tan importantes en mi vida, una de
ellas mi hija.
Pienso en este legado, pienso
en todas esas penas que vienen conmigo desde mi recuerdo, y que quedarán, otras
las dejaré, y esta vez me permitiré experimentar todos esos sentimientos que
afloran en mi con esos recuerdos.
Nuestra
historia personal o de cada una se teje en nuestra conciencia, y la mayor parte del tiempo, la transformamos o cubrimos todo lo que nos
sucedió y nos dañó por miedo a experimentarlo o volver a sentirlo. Y al querer transformar
esa sombra la aceptas… Y viaja contigo sin querer darte cuenta, a lo largo de
tu vida.
Y ya es hora de compartir
toda esta mágica experiencia, (para mí ha sido mágico), el poder despertar esa
sabiduría natural de mi cuerpo como de mi mente, y esa alma que quiero terminar
de sanar. Sin victimizarme ni teniendo una actitud de venganza, (que solía
habitar en mí), sino desde mi profundo amor y respeto propio que va surgiendo en
este camino, tomando el poder y toda mi creatividad.
Así emprendo el viaje de
regreso a mí misma, llevando a esa niña, a esa adulta y a esa sabia, para
combinarlas en una nueva esencia y con un nuevo equilibrio.…
Y así convertirme en
medicina para mí misma y para todo ese legado emocional al cual siempre fui
fiel…
Karina Ogaz es la tercera invitada del proyecto de escritoras Mujeres que Sanan.
Karina es una de las mujeres que se lanzó conmigo el año pasado a hacer el Campamento de verano para nuevas escritoras y este año forma parte del grupo de mujeres que se convertirán De Escritoras a Autoras.
Ella es nueva en el mundo de la escritura, o al menos de la escritura pública y nos entrega un súper post en donde reconoce la importancia de descubrir sus sombras y transformarlas para no dejarlas luego en herencia en su legado.
Mi invitada es Coach Ontológico certificada en Newfield Network y es Escritora Creativa, acaba de abrir su blog Desde lo que soy donde comparte sus reflexiones y nos invita a reflexionar desde las emociones y el pensamiento claro.
Ya puedes empezar a seguirla en su cuenta de Instagram y enterarte de todo lo que está compartiendo, además Karina está escribiendo un libro junto conmigo y el grupo de escritoras, y pronto la conoceremos como autora.
Hoy Karina nos habló de sus sombras ¿serías capaz de escribir tú sobre ellas con la misma autenticidad como lo hizo mi invitada? Te leo en los comentarios.
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