La responsabilidad de vivir en valoración


He crecido en las pistas deportivas entrenando y midiendo mis propios ritmos y marcas hasta llegar al podio y dejar colgar una medalla en mi cuello, a eso se le llama valoración.

El deporte me hace sentir viva, es un vehículo para alcanzar el triunfo sin inseguridades, poniéndome a prueba, valorándome y admirando lo logrado.

Hoy quiero explicar el valor de las cosas, pero ¿que son las cosas? ¿Y que son los valores?

Esto me remonta al tiempo de los trueques, mucho antes de que existieran las monedas, cada quien le confería un valor a su artículo evaluando hasta qué punto podría cambiarlo por otro.

Los valores no son estáticos, tienen que ver con nuestros principios, es reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de alguien o algo.


Es expresar nuestro juicio y opinión, valorando y clasificando. ¿Pero en base a qué? ¿O a quienes? ¿Está implícito el compararse?

En mi vasta experiencia de vida, quiero comenzar con mis valores, los que se aprenden de nuestros padres hasta los cinco años de vida, esos basados en cuidados, apoyo y límites. Esos que me pertenecen, esos valores que me hacen ser quien soy y me dan confianza.

Son la fuente del significado de la palabra valor y es vital porque hoy soy quien soy gracias a esos principios fundamentales.

Como el amor a la familia, el ser cortes, ser agradecida y cumplir conductas basadas en deberes y derechos.

Los que abrazo, aquellos que me acompañan cada día y ante cualquier duda o toma de decisiones.

Los que temo, el suponer, el imaginar en perder un ser querido y no haberle dicho te amo en vida, el no dejar todo en orden cuando ya yo no este.

Los que me molestan de mí misma, esos defectos y limitaciones observados con una mirada realista.

Los que me molestan en otras mujeres, la falta de apoyo, y mirar con el rabillo del ojo, o el criticar o compararse.

Los que nunca haría yo, dejar a alguien en la calle, dejar de vivir en sostenibilidad, no tenerme fidelidad a mí misma o actuar de manera imprudente.

¡Se dice no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes!

Durante la pandemia, hemos vividos cambios tan bruscos e inesperados, que hay que enfrentarlos y estar alineados con nuestros valores es clave, porque la casa que está fundamentada sobre la roca en medio de los campos no va a caer, pero la casa que está fundamentada sobre la arena se va a derribar.

La valoración se convierten en desafío cuando te enfrentas a tu limites, es saber hasta dónde puedo llegar teniendo las bases de los valores en mente.



¡La valoración es asumir tus responsabilidades y aceptar si nos equivocamos!

Cuando me toca hablar sobre mí, me toca ir atrás y mirar los títulos conseguidos en el pasado, para subir mi propia valoración, pero esto se basa solo en la académica, al ir a la cama y poner la cabeza en la almohada escuchar tu diálogo interno tratar de ser positivos, hacer una radiografía del día a día, es allí cuando sola, y cuando ya no necesitas valoración de los demás...

Cuando llevas contigo la valoración comienzas a autoevaluarte, a aceptarse con tus luces y tus sombras, ser realista y no huir a la autocrítica, es sabernos mirar sin pretensiones ni inseguridades, porque tenemos el poder de cambiar con naturalidad y sin miedo al cambio.

Revisar las conversaciones en familia, con la pareja, los hijos y con uno mismo, puede transcender al significado que tú tienes de la fuente universal que es nuestro poder desde el ser.

Si yo me cuido tengo para dar... la valoración va ligada a sentir que vales y a saber que eres el centro de tu propia vida, que puedes, que lo mereces que no me siento inferior a nadie, ni me comparo tampoco, respetando a cada quien como es, esta emoción te indica el camino de ser asertivos sin ofender a nadie y aceptarlos como son.

Cuando llegué a Europa y me mudé a Alemania, el ser auténtica, recordar mis raíces, sonreír, aceptar mi color, mi acento, me abrió las puertas sin necesidad de hacerlo solo para agradar a los demás.

Fue todo un equilibrio de mis virtudes, fortalezas, cualidades y capacidades. Es valorar tu propia imagen, la confianza que tienes en tus propios recursos tanto buenos, como malos, no creerse perfecta, es un acto saludable para vivir y actuar de manera provechosa y eficiente.

Ser una persona segura, fiel a uno mismo, amarse a sí misma para dar a los demás y ya verás que al final terminas atrayendo lo que irradias, porque dependiendo de cómo nos sintamos con nosotras mismas eso se verá reflejado en tu universo.

Valorar cada rayo de sol, el dar gracias porque la energía universal permitió regresar nuestra alma a nuestro cuerpo en este día, es valorar a nuestros familiares, los que están y los que ya partieron, valorar a los vecinos y amigos, a aquella persona que te da una mano, valorar toda la abundancia y bendiciones que hay en nuestra vida día a día.

Una vida sin valores es una vida sin sabor, rescátalos y déjalos que te acompañen a sus tiempos y a sus ritmos, siempre llevando contigo la responsabilidad de vivir en valoración.

Conocí a Suhail (Susi) Velasco a principios de 2020 cuando hizo mi taller de escritura creativa Escribir para depurar emociones, luego la invité a mi podcast El club de las mujeres imperfectas y estuvo conmigo en el episodio 53 hablando sobre la sombra de la desidia, fue también una de las invitadas de lujo del episodio 100.

Susi es una mujer encantadora con una voz apacible y convicciones bien establecidas, ella se dedica a la sostenibilidad emocional a través de la economía circular, también aplica en su vida el maquillaje con consciencia y es además una diseñadora de moda que desarrolla su propio modelo circular.

En su libro Emociones: Los poemas de mi blog podrás conocer su lado como poeta, es también coautora del libro Juntas es mejor: Resiliencia femenina en tiempos de incertidumbre.

Susi nos trae a la emoción de la valoración y cómo esta emoción está muy unida a nuestros valores y un sentido de responsabilidad en nuestras vidas, una emoción que denota la importancia de la consideración y la apreciación personal y del entorno, lleva consigo una mirada subjetiva de cómo cada persona se ve a sí misma y cómo siente que su imagen y su forma de ser responden ante el mundo que le rodea, y esto lo ha dejado muy bien explicado mi invitada en su post.

Susi es una activista de corazón que siempre va en consonancia por un mundo mejor, así que ya puedes empezar a seguirla en su Instagram y cuéntanos en los comentarios qué aprendiste sobre la valoración.

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