Érase una vez una mujer que se creía culpable por sentirse triste.
Una mujer a la que le convencieron de que la tristeza podía ser un signo de debilidad. Una mujer que se llevó una gran sorpresa cuando descubrió por sí misma que era todo lo contrario.
En este post voy a contarte, querida amiga, lo mucho que cambió mi vida cuando me di permiso para escucharme y abrazar la tristeza. Esa emoción que tan a menudo nos han invitado a asociar como algo negativo cuando, en mi opinión, nos brinda una oportunidad increíble para conectar con nosotras mismas.
¿Te quedas un ratito con nosotras?
QUERIDA TRISTEZA, TE LO DEBO TODO
A día de hoy puedo asegurarte que, si hace siete años no hubiera dado a la tristeza el espacio que necesitaba en mi vida, muy posiblemente hoy no estaría compartiendo contigo estas palabras.
Esta emoción tuvo un papel muy importante en mi proceso de reinvención personal y profesional. Me ayudó muchísimo a darme cuenta de que, si quería avanzar, debía reconciliarme con mi pasado, cerrar algunos capítulos pendientes y hacer lo que sintiera necesario para lograr el cambio que deseaba en mi vida.
Gracias a las alertas que me enviaba la tristeza cada vez que aparecía en escena, tomé la decisión de viajar sola a Italia y regalarme la oportunidad de escucharme, abrir la puerta a lo desconocido y hacer algo por mí misma que de verdad valiera la pena.
Y vaya si la valió.
En ese viaje conseguí liberarme de algunas cargas emocionales que ya no necesitaba sostener y fue el primer paso para replantearme mi futuro profesional y dedicarme a mi verdadera vocación: empoderar a mujeres que quieren reinventarse y sentirse protagonistas de su vida en todos los sentidos.
5 COSAS QUE APRENDÍ DE LA TRISTEZA AL CUMPLIR LOS TREINTA
Junto al miedo, te diré que la tristeza es la emoción que más enseñanzas me ha aportado.
Por esta razón, en este post quiero compartir contigo las 5 cosas más importantes que aprendí sobre la tristeza después de cumplir los 30:
1# No existen emociones positivas ni negativas
A lo largo de mi vida no han sido pocas las ocasiones que he oído hablar de la tristeza como una de nuestras emociones “negativas”.
Hoy me parece importante decirte que, en realidad, no existen emociones positivas ni negativas, ya que cada una de nuestras emociones básicas tienen su función y se manifiestan para mostrarte una parte de ti de la que tal vez no eres consciente.
Y esto es curiosamente la parte más interesante de nuestra gestión emocional: descubrir cuáles de nuestras inquietudes y anhelos más profundos se “esconden” tras cada una de nuestras emociones.
Qué gran oportunidad de autoconocimiento, ¿no te parece?
2# Estar triste no es lo mismo que ser débil
Cómo no hablar aquí de una de las creencias que más daño han hecho al ser humano: mostrar vulnerabilidad es sinónimo de debilidad.
¿De verdad vas a creer eso? Dime que no por favor.
No sé cómo lo ves tú, pero, para mí, estar triste significa que una situación X te ha removido por dentro por diversas causas posibles, entre ellas:
Porque te ha removido una situación del pasado que asocias como algo desagradable
Porque esa situación vivida confronta con alguno de tus valores
Porque sientes decepción acerca del comportamiento de alguna de las personas implicadas en esa situación
Porque la situación vivida también te hace experimentar cierto dolor
En mi opinión, darte permiso para sentirte triste y observar qué aprendizaje hay tras lo que estás sintiendo es una muestra maravillosa de fortaleza y conexión contigo misma.
¿Lo habías pensado?
3# La tristeza nos brinda una gran oportunidad de crecimiento interior
Al haber una conexión directa entre tus emociones y tu yo más esencial, prestar atención a las situaciones y momentos en los que la tristeza te pide espacio es también una gran oportunidad para profundizar en tu autoconocimiento y crecer interiormente.
A veces, atreverte a mirar hacia adentro puede resultar un auténtico desafío, sobre todo cuando hay algo que no quieres ver o que te niegas a admitir, pero, aún así, ese trabajo de introspección resulta muy valiosa cuando deseas conectar contigo de una forma más profunda.
4# Darnos permiso para sentirnos tristes es necesario para nuestra salud
¿Sabías que reprimir nuestras emociones tiene una repercusión directa en el plano físico de nuestra salud?
Como refleja y amplía este artículo, cuando “una emoción no ha podido ser descargada por su vía natural y en su momento adecuado puede transformarse en una enfermedad emocional”.
Por este motivo, es importante y muy necesario para nuestra salud que nos demos permiso para sentir tristeza o cualquier otra emoción cuando éstas nos estén pidiendo paso.
5# La tristeza puede ser la antesala de la mejor etapa de nuestra vida
Según mi propia experiencia, te diré que jamás hubiera imaginado todo lo que estaba por venir después de la época más triste de mi vida.
En mi caso, sentir que había tocado fondo fue decisivo (espero de corazón que no tenga que serlo para ti) para tomar decisiones importantes y ponerme en marcha para construir la vida que realmente quería para mí.
Sin lugar a dudas, supuso un auténtico punto de inflexión y fue la clave para descubrir quién era (y quién soy) realmente, y aprender a decir que no a aquello en lo que no estaba dispuesta a invertir mi energía.
Compartir un baile con la tristeza puede ayudarte a descubrir qué quieres y qué no quieres en tu vida, a identificar heridas pendientes de cerrar y a conocerte mucho mejor.
Ya sólo me queda recordarte que, al igual que el resto de emociones, la tristeza tiene mucho que contarte y enseñarte sobre ti misma.
Ahora mi pregunta es: ¿te animas a abrirle la puerta?
Ella es la creadora de Abranzando el cambio, un espacio virtual donde Alicia te ayuda a reconectar contigo misma para ser la protagonista de tu vida.
Hoy Alicia nos hizo una hermosa radiografía de la tristeza y lo importante que es sentirla y validarla dentro de nuestra vida, nos regala una perspectiva única y auténtica que nos ayuda a ver a esta emoción básica como lo que realmente es, una movilizadora, incluso potenciadora de nuestros procesos internos.
Si todavía no te habías convencido de lo maravillosa que es la tristeza, creo que al leer a mi invitada te has convencido que sentir tristeza es solo un paso más hacia tu propia evolución.
Ahora dime, este año mis invitadas nos han mostrado a la tristeza desde diversos ángulos, ¿estás aprendiendo a verla de otra manera? Te espero en los comentarios.
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