Tener un hijo, es sin duda uno de los
momentos más felices para las mujeres que tomamos esta decisión ¿verdad?. En lo
personal no puedo olvidar el primer contacto que tuve con mi bebé, conocerla,
olerla, hablarle, besarla; momentos inolvidables, que si eres madre sé que me
entiendes y tal vez hasta te hice recordarlos.
Pero, ¿qué pasa en la vida de algunas
mujeres después del parto? ¿En verdad todo es alegría?. A continuación te
contaré mi historia con el posparto, quizá te identifiques un poco con ella.
Cuando nació mi bebé, yo estaba realmente
contenta, ya que después de haber tenido un parto complicado y muchas horas de
espera, pude tener a mi bebé en brazos y ella estaba por fin conmigo sana y hermosa;
sin embargo, algo sucedió después del primer día, porque no sentía esa alegría
que muchas mujeres que acaban de ser madres dicen sentir; por el contrario, me
sentía triste ¿pero cómo es posible que sientas tristeza en un momento que
tendría que ser de gozo y alegría? Pues sí, así me sentía.
Esa tristeza me hacía sentir muy culpable,
me sentía una mala madre, una mujer que no había nacido para ser mamá, sentía
que era la única mujer a la que le pasaba esto; yo lloraba la mayor parte del día, no quería
estar sola, las pocas horas disponibles para dormir sufría de insomnio y todo
eso me hacía sentir aun peor.
Sabía perfectamente que algo no andaba bien
y me preguntaba ¿por qué ninguna mujer hablaba de esto? ¿Será que solo me pasa
a mí? ¿Por qué no me siento con la confianza de contarle a nadie como me estoy
sintiendo? Solo hablaba del tema con mi pareja, pero no con alguna mujer de mi
entorno. En realidad, tenía miedo de ser juzgada, criticada, nunca había
escuchado que alguien se sintiera de esa manera.
Nada tenía que ver con el amor que siento
por mi hija; de hecho, fue ese amor tan inmenso que siento por ella, lo que me
hizo salir adelante. Me puse a investigar qué es lo que podría estar pasándome,
¿por qué es que me sentía tan triste? Y después de mucho buscar encontré
respuestas “Depresión posparto” y/o “baby blues” pero, ¿qué es eso?
La depresión posparto es un trastorno del
estado de ánimo que afecta a algunas mujeres después del parto. Por lo general;
sucede por una combinación de factores físicos, como desequilibrios hormonales
que vienen después del parto, dormir poco y no recuperarse lo suficiente. Más
los factores emocionales por su nueva vida como madre. Es muy importante
mencionar que la depresión posparto es una condición médica real que requiere
tratamiento profesional.
La principal diferencia entre depresión
posparto y baby blues o tristeza post parto, es la intensidad de los síntomas,
así como la duración de estos; por lo general, el baby blues dura una o dos
semanas. Mientras que la depresión posparto puede durar meses o años si no se
trata.
Había encontrado la respuesta y eso de
alguna manera me dio tranquilidad, me quito ese sentimiento intenso de
culpabilidad, no era yo la única mujer que pasaba por eso y me preguntaba si yo
no era la única ¿por qué nadie hablaba sobre el tema? Al menos, no en mi
círculo más cercano.
Después de encontrar información, lo
platique con mi pareja, él fue la única persona que supo verdaderamente como me
sentía y me di permiso de llorar, llorar y llorar. Sentí su apoyo, su amor, su
comprensión y sobre todo su silencio; es lo que necesitaba. Me dijo que si
necesitaba ir con un especialista fuéramos y le dije que me dejará tratar de
salir de esto por mi cuenta y que si no lo conseguía en unos días acudiríamos
con un especialista.
Así que decidí recurrir una vez más a la
meditación, era la segunda vez en mi vida que la tristeza me atacaba de manera
tan intensa y la meditación me permitió sentirme mejor. Ahí descubrí que
después de que me di permiso de sacar con alguien lo que estaba sintiendo,
llorar todo lo que necesitaba llego el momento de tomar acción y salir de ese
estado.
Y así fue, después de unos días empecé a sentirme
mejor. Recuerdo que cuando me sentía mal al no tener una mujer con la que me
sintiera con la confianza de hablar de lo que me estaba pasando, busque un
espacio virtual en el que pudiera desahogarme y encontrar respuestas y
desafortunadamente no lo encontré. Esta es una de las razones por las que
decidí crear Educación en casa donde les brindo un espacio de confianza a las
madres.
Después de este proceso tan complicado en
mi vida, he dejado de renegar de la tristeza, he descubierto que esta emoción es
tan válida y necesaria como las demás. Ahora me doy permiso de sentirme triste
sin culpa ni remordimiento. Y no, no soy mala madre, soy un ser humano que
siente; estoy en un proceso de mejora constante, viviendo todas mis emociones y
canalizándolas de mejor manera.
Ahora sé que la tristeza es parte de la
vida; ahora sé que mostrarnos vulnerables no tiene nada que ver con debilidad,
si no parte de nuestro crecimiento personal. La tristeza ya no me produce
culpa, vergüenza, ni nada semejante; la vivo y sigo adelante con la frente en
alto y con toda la actitud de mejorar.
La maternidad sin duda ha sido mi más
grande proceso de transformación; estoy entendiendo, viviendo y aceptando mis
emociones y ahora también abrazo a mis sombras.
Me encantaron estas palabras de Eliana de
su artículo No
distraigas a la tristeza: “La
tristeza es un alivio del alma, es apaciguar las expectativas, es decirle al
corazón que aprenda a amar de otra manera, es reconstruirte los sueños, es
mirar la vida desde otra perspectiva, es llorarla hasta quedarte dormido y
sentir al despertar que te quitaste un gran peso de encima, es reorganizar las
emociones, es descubrir tu propio silencio es limpiarte por dentro y recordar
con agradecimiento”.
Que grandes palabras, ojalá cuando me
sentía tan triste las hubiera encontrado, hoy agradezco espacios como este,
donde podemos ser nosotras mismas, donde podemos compartir desde el corazón sin
máscaras y con honestidad, donde
conocemos a más mujeres maravillosas que nos permiten conocerlas desde la
vulnerabilidad.
Hoy te puedo decir que uno de mis más
grandes aprendizajes con la maternidad ha sido conocer y entender mis
emociones, las acepto, las vivo, mejoro y sigo adelante.
Tere Garduza es la invitada nro. 46 de mi
podcast El club de las mujeres imperfectas y con ella conversé sobre La
sombra de la culpa, y justo en este episodio abordamos la culpa en la
maternidad, aquí podrás complementar claramente todo lo escrito en este post.
Y es que cuando hablamos de maternidad,
hablamos de un lugar idílico donde el amor incondicional nos hace creer que
debemos estar siempre felices y dispuestas para nuestros hijos, incluso si eso
amerita olvidarte de ti misma.
Pero yo siempre apuesto por una maternidad
en donde no sea necesario el perderte a ti misma, ya que por el hecho de que
seas madre no significa que tengas que dejarte en último lugar, al contrario,
priorizarte es la base de una familia saludable, porque cuando mamá está feliz,
la familia está feliz.
Lo que más me gusta de Tere es lo auténtica
que es con este tema al que muchas mujeres le huyen, algunas no quieren exponer
que la maternidad es también un lugar frustrante que te causa muchas tristezas
y te regala muchas culpas, todavía hay mucho tabú con ello, pero Tere es tan
valiente, que hasta creó su espacio virtual Educación en casa para afrontar
esta realidad que nos compete a todas.
Ella hoy nos contó su historia real con la
tristeza, ¿la tuya se parece a la de ella? Te espero en los comentarios.
Hola, sí, efectivamente, en mi primer parto viví ésto, en su momento me sentí y estuve perdida. Llena de miedo y mucha tristeza mi esposo igual nos cuidó como nadie, me alentó me protegió. Pero por el trabajo a los 8 días se tenía nque ir. Me moría, no quería estar con nadie, no quería que nadie tocará a mi bebé, a pesar de estar exausta tratando de amamantar que fue muy complicado al principio, tratando de recuperarme de una sesarea vertical dolorosa, veía por la ventana la calle, el parque de enfrente y pensaba que era imposible ir. Todo fue pasando, mi bebé con sus ojos bien abiertos desde el primer dia me ibservaba. Después me cayó Bel veinte, pensé siempre que era depresión post parto pero ahorita que leo a Tere veo que fue "baby blues" porque nunca acudí a ayuda, salí adelante. Mi segundo parto fue mágico, natural sin anestesia, lleno de endorifinas, serotonina, oxitocina, etc. Agradezco mis vivencias. Y éste artículo MARAVILLOSO.
ResponderEliminariHola!
EliminarQue lindo ha sido leerte y que bueno saber que mi artículo que escribí desde la honestidad te gustó y te ayudó a sentirte identificada, como puedes ver somos muchas las que hemos pasado por una situación similar :) y que lindo que tu segundo parto haya sido lindo, el mío también fue cesárea y eso complicó aún mas todo este proceso.
Me ha encantado leerte :) Gracias por compartir ;)
iUn abrazo!