Carta a Madrid

El Sueño Madrid, nació sin ser yo consciente de que lo estaba haciendo.

Cada sábado íbamos yo y la maravillosa pareja que me acompañó durante esa travesía, en las butacas de los cines que eran como nuestra casa, para ver películas de cine argentino y español con mis actores y directores preferidos. Penélope Cruz, Amenábar, Almodóvar, Luis Tosar, Bardem que lo tuve a milímetros, como a su madre, porque ella y yo vivíamos en la misma calle, Alberto San Juan y ese Inolvidable día, que nos miramos en el Autobús. Jordi Molla, Julio Medem y mi película terapéutica preferida “Caótica Ana”. En esa película, sales tú, Madrid, Ibiza y Nueva York. Todas mis ciudades habitadas, amadas y vividas.

En New York estuve viviendo dos meses hace poco, pero a quien vengo a escribir hoy es a ti, Madrid. Madrid Madre. Madrid Padre. Madrid Libertad. Juan Diego Botto, “Martin (H)”, que un día, dentro de tus pulmones: “El Parque del Retiro”, me firmó su libro y vi, en un instante en mí y a cero milímetros de mis manos, las suyas, y sus ojos. Los ojos de hombre más grandes y hermosos que he visto en mi vida, y además, mirándome a mí. Inolvidable. Federico Luppi que lo viví en directo, en el Teatro de Bellas Artes, el teatro de mejor acústica en directo que he vivido nunca. Los actores no usaban micro. Teatro y Actores, en estado puro.

Ese día, fui con un amigo que conocí por internet, a hacer realidad otro de mis sueños. Mi amigo era ciego. Veía mucho más que yo por aquel entonces, y tenía menos limitaciones que yo, hoy. Su única premisa era que le dijera de la obra "El guía del Hermitage", todo lo que sus ojos no podían ver. No hizo falta decirle prácticamente nada. La obra era perfecta para verla y oírla con El Alma, no hacían falta otros ojos. Federico hacía de guía de un museo de unas obras que no existían, porque estaban escondidas para evitar el expolio Nazi.   

         

Lo que quiero decir es que una vez dentro de ti, Madrid, todos y cada uno de mis sueños, dejaban de serlo. Mi independencia en todos los sentidos. Yo como actriz. Yo amando a Luis. Yo creando un hogar. AportAndo Amor, a mi manera,  a cada uno de los habitantes del mismo. Era un hogar. No era un piso de alquiler. Conseguimos construir un hogar.

El caso, Madrid, mi sueño Madrid y todo lo que conllevaba para mí, te hiciste realidad delante de mi mismísima Alma. Bueno… no te hiciste realidad tú solo. Tú ya eras realidad sin mí. Lo que hicimos realidad mis entrañas, mi corazón, mi alma, mi ser, mi mejor versión y yo, fue aliarnos con el Universo para mover los planetas indicados, que me tele transportaron hasta ti.

Y contigo Madrid, me pasó como con las personas a las que conoces y tienes la sensación de reconocerlas de otras vidas. Pues eso me pasa contigo Madrid, Que te conozco desde siempre, Desde antes incluso de haberte conocido. Eres una de mis llamas gemelas.

Y allí estaba yo, con una maleta llena de sueños, una vida llena de ganas, dentro del mismísimo sueño, que ya no era un sueño; esta vez Madrid eras Madrid en carne (Edificios) y hueso (Asfalto), y yo una habitante más, de ti.

Madrid acogedora Madrid. Madrid acogedor Madrid.

Tras diez años en mi sueño y en tu seno, en ti y en mi Calle Ibiza 72, al lado del parque del Retiro. Hoy cinco años después de aquello, me reconozco como una auténtica enamorada de ti, Madrid. Hasta las trancas.

Te escribo para recordarte mi AMOR vigente, perenne e infinito. Mi admiración. Te escribo para que quienes lean, sepan de lo nuestro. Envío esta carta en una botella mensajera que navegará océanos y mares, para llegar al mejor lugar del Mundo, donde nunca jamás una Carta de Amor, se hubiera imaginado mejor hogar. Otro paraíso llamado Espacios de Soledad. Si conocieras a Eliana, Madrid, te enamorarías de ella. Y ella también de ti, porque ella sabe sanarse a través de los mares en calma de su Paraíso Interior.

Te Amo como sigo amando a quienes fueron mis parejas. Te Amo como sigo amando a quien un día amé. Reconozco que mi alma de poeta, te engrandece, como nos engrandecemos los enamorados.

A veces, me da por decir que eres mío: Mi Madrid, pero evidentemente, ni tú, ni nadie, es de nadie. Tú te perteneces a ti misma. Tú te perteneces a ti mismo. Te amas, no te importa quien pase ni como pase por tu piel. Siempre ofreces tu mejor versión.

Eres como una flor en estado de Libertad.

Una flor está ahí con su belleza y su esencia, y mientras pasan a su lado, muchas personas no son capaces de valorar la belleza de esa flor, tampoco apreciar  o disfrutar su aroma, su esencia y ahí está la flor, sin esperar la aprobación de nadie, sólo que el cielo llueva de vez en cuando y que ningún despistado la corte.

Una Flor, lo único que hace es ser flor. Es ser desde su ESENCIA. Independientemente de ti, de que la valores o no.  Y eso hiciste tú conmigo, Madrid: ser flor, ser esencia y yo ser esa persona, que un día, unos años después de vivir junto a ti, dejó de ser esencia, y mientras paseaba por tus parques, ya no era capaz de contemplar la belleza de ninguna Flor. La Belleza de nada. Perdí la capacidad de contemplar y ser Belleza. Me perdí.

Tú me sanaste, Madrid y resulta que yo sola, me dejé enfermar. Me convertí en cenizas dentro del Infierno Personal de no saber amarme VERDAD+ERA+MENTE a mí misma, y en ese camino, me perdí. Lo convertí todo en infiernos y en pesadillas, y te perdí.

Y aquí estoy hoy, dentro de Ti, otra vez, en un apartamento que Alquilé, mientras hago otro de los cursos intensivos de Desarrollo Personal, a los que vengo para arreglar lo que estropeé, vengo a enmendar, para aprender a quererme de nuevo. No mucho, ni tanto, sino BIEN.

Un día, después de diez años de idilio, dejé de pertenecerte. Recuerdo que volví, y uno de tus habitantes, no me amaba como yo a él, y me enfadé contigo. Pobre Madrid, tú sanándome y yo, enfadándome contigo.

Cada día, cuanto más aprendo dentro del mundo del Desarrollo Personal, a través de los cursos presenciales a los que vengo, y a través de la formación online, cada vez me parezco más a mí. Cada vez soy más desde mi esencia, más flor, más lo que tú quieres: Que nos amemos a nosotros mismos y entre nosotros, porque tú sabes bien, que una persona que sabe amarse a sí misma, no sabrá, ni querrá hacer el mal, ni a sí misma, ni a los demás, ni al camino del mundo por el que está dejando sus huellas.

El Paraíso no está en un lugar, el paraíso es algo que creamos por dentro.

No es que los lugares nos sanen, somos nosotros y la alquimia de lo que conseguimos hacer, a través de nuestro Desarrollo y evoLUCIón personal, quienes tenemos la capacidad de sanarlo todo. Tuitea la frase. 

Podría sorprenderte saber de lo que es capaz exactamente la misma persona, siendo desde su peor versión o siendo desde su mejor versión. Hace tiempo que lo he descubierto y ahora decido demostrarme con actos que me amo. Como hacía al principio de nuestra relación Madrid, ¿te acuerdas? Era yo la que me comía el mundo, al final, se invirtieron los papeles. Ahora, desde mi valle en Asturias, sigo siendo tu guía turística para los amigos que vienen a visitarte, Madrid.

Tendrías que ver cuánto Amor me sale de la vida hablando de ti, porque contigo, me pasa como con el mundo, las personas, los animales, las flores y yo, quiero que los amen, que “los vean”, como “ven” en la peli de Avatar y darnos los que nos elegimos entre nosotros, caricias en el alma y en la espalda, porque cuando uno se ama a sí mismo y encuentra a personas y lugares que también lo hacen, es como si el mundo se convirtiera en tu hogar y nosotros los habitantes que lo cuidamos.

Lucia Celis, Septiembre 2018

______

Conocí a Lucia a través de un post titulado Mejor de lo que era gracias al desarrollo personal, en estas líneas descubrí a una mujer tan auténtica que definitivamente quise fuera parte de las coautoras de este blog, a partir de allí se fue creando una hermosa relación virtual entre blogueras y amigas y ahora ella tiene el honor de abrir este proyecto titulado Mujeres que viajan.

La apertura la hace con esta hermosa carta a Madrid, carta que cuando leí por primera vez me conmovió profundamente, no solo por esa forma de escribir tan transparente que tiene Lucia en sus letras, sino porque al leerla recorrí con ella sus calles y sentí la brisa fría en mi rostro mientras caminaba a su lado.

Lucia es facilitadora de procesos de cambio y la creadora de AportAmor un blog fascinante en donde mi invitada regresa a lo esencial y te muestra el camino para que tú también puedas hacerlo con “el arte de amarte sanando tu autoestima”.

Me encanta que ella sea ahora parte de este blog y que acompañe a más de treinta mujeres que ahora colocan como referencia a Espacios de Soledad como un lugar donde reposan sus letras, una casa virtual de una mujer para cientos de mujeres que andan en la búsqueda del amor propio y que a través de proyectos anuales convoca a muchas blogueras a descubrirse para ser parte de este blog.

Si quieres contagiarte de la magia que tiene Lucia, ya puedes comenzar a seguirla en Facebook, Twitter e Instagram.