Hoy quiero escribir un post un tanto diferente,
un post que pensé publicar hace mucho tiempo cuando me mudé a estas tierras
donde el español pasa a un segundo plano y es indispensable el inglés, así que
este es un articulo relacionado con la academia
de inglés y todo mi recorrido hasta llegar a hablar y leer un idioma que no
aprendí en corto tiempo.
Como licenciada en letras que soy y
especialista en el idioma español debo confesar que me costó mucho desapegarme
de mi idioma materno para adentrarme luego en una nueva estructura gramatical
que lleva implícita el inglés y que difiere bastante del español.
Hice un curso por más
de un año, asistí a clases conversacionales y hasta participé en clubs de
lecturas, pero mi
apego por el español no me dejaba abrirme del todo a esta nueva lengua.
Al parecer un segundo idioma se aprende al
revés del materno, primero se lee, luego se escribe y posteriormente lo hablas,
pero si nos vamos con esta idea puede que nos cueste aprenderlo del todo tal
como me pasó a mí, por lo que esta ecuación no me parece tan exacta, ya que hay
mucha gente que lo habla pero no lo lee ni lo escribe.
Pienso que al igual que el idioma materno
primero debería ser la repetición de palabras, luego unir esas palabras en
nuestra mente y comenzar a formar oraciones que nos permitan comunicar algo,
claro que cuando emprendemos camino hacia un segundo idioma ya sabemos leer y
escribir y es por ello que la metodología de aprendizaje es diversa, primero leemos, luego escribimos y al final
de todo es que hablamos.
Pero que grandioso es
el día cuando sin percatarnos nos damos cuenta que hablamos inglés, ocurre que alguien te pregunta algo
y tú sin siquiera notarlo respondes en inglés, tal cual como si lo hubieses
hecho en español, y al rato te das cuenta que lo hiciste, respondiste sin
buscar en tu mente las palabras, sino que de inmediato vino la respuesta y la
lanzaste.
Claro que muchas veces responderás sin ser lo
dicho algo gramaticalmente correcto, pero luego lo corriges en tu memoria de
oraciones y la dejas guardada de forma correcta para cuando te pregunten otra
vez.
Y es que me gusta
tanto escucharme hablar inglés, me esmero por la buena pronunciación y por
agregar más vocabulario en mi arsenal de palabras, soy fanática de la repetición, trato de ver
mucha programación en inglés ya que me he vuelto una observadora de cómo se
estructuran las oraciones comunes y cómo el contexto influye en las frases, soy
una repetitiva parlanchina de palabras y frases, siendo mi secreto para aprender un nuevo idioma es la repetición compulsiva.
Un día estaba en una de esas clases
conversacionales gratuitas y me pusieron frente a una chica a conversar con
ella y toda la clase viéndonos, comenzamos a hacer preguntas típicas con sus
respuestas comunes y así estuvimos por casi veinte minutos, al terminar le dije
al profesor: Sorry, I don´t speak
English, y el profesor me contestó con un perfecto inglés que creyera más
en mi porque estuve hablando veinte minutos en inglés y ni cuenta me di.
Hablar inglés es uno
de los mejores ejercicios que hace mi cerebro a diario, es divertido sentirse cada vez más
fluida y confiada, con tan solo decir my
English is not so good, ya vienen las alabanzas a mi valentía por el hecho
de hablarlo, y si te animas, tú también puedes hacer este ejercicio, te invito
a que busques la mejor academia que tengas
en tu ciudad para comenzar a hablar inglés hoy mismo.
Y como sé que tengo muchas lectoras en España,
me he tomado la tarea de buscar academias de inglés en Madrid para
que comiences desde ya este recorrido hacia este segundo idioma, y créeme, el día que lo hables te vas a sentir genial.
Para mi hablar inglés
es una de mis grandes satisfacciones profesionales, un idioma que nunca me planteé como negocio
ya que soy una enamorada del español, pero que luego se convirtió en parte de
mi cotidianidad.
Lo primero que te recomiendo es buscar cursos de conversación
en inglés para que pierdas el miedo a hablarlo y te vayas soltando poco
a poco, si la pena es parte de tu sentir, pues lo mejor es ir a un lugar donde
todos tengan el mismo interés que tú y esa disposición para hablarlo y saber
que mientras lo aprendes te vas a equivocar muchas veces, pero es mejor
equivocarse en la academia que en el ambiente laboral.
El día que aprendí a
hablar inglés fue grandioso, uní varias palabras y todo comenzó a tener sentido, no soy una experta
pero me encanta escucharme, y lo mejor de todo, es que
hablar inglés te abre la puerta hacia al entendimiento y a cambiarle la mirada a
la vida.
Tengo tres misiones en la vida, plantar un libro, escribir un hijo y criar un árbol.— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) 10 de octubre de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario