Una mañana al levantarme, sentí que la
infelicidad se estaba apoderando de mí, al principio no le di mucha
importancia, ya que pensé que cuando comenzase mi rutina, esa desdicha se
desvanecería y volvería la felicidad y la alegría que me caracterizaban.
Fueron pasando las horas, y cada vez me
sentía más y más desdichada, sin tener un motivo aparente, “o eso es lo que
pensaba”.
Al llegar la noche me miré en el espejo y
la imagen que me devolvió, era de alguien que yo no conocía, era como si fuese
otra persona la que se reflejaba en él. Esa imagen me puso en alerta y me
pregunté ¿por qué no tengo la sonrisa que siempre ha estado en mi cara? Sonrisa
que iba acompañada de alegría y felicidad, amor por mí, por quien soy,
¿por qué mis ojos no brillaban como lo hacían habitualmente?
Le siguieron muchas más preguntas ¿ya no
aceptaba quién era? ¿Quizá había dejado de respetarme en algún punto de mi
camino? Esas preguntas se habían instalado en mi mente, y se iban apoderando
cada vez más de mí. No entendía por qué había cambiado la forma de percibir y
sentir las cosas, la vida. Ahora parecía
sentir que la desdicha era mi estado habitual, y que el amor y la alegría
ya no estaban en mi vida y no formaban parte de mí.
¿Esa infelicidad me estaba enviando alguna
señal? ¿Quizá era una alerta para que tomase cartas en el asunto?
Al principio no era consciente de las
respuestas que me estaba dando, ya que solo eran para apaciguar mi mente y no
hacerla sufrir más, sin darme cuenta que al
no ser honesta conmigo lo que hacía era precisamente todo lo contrario, sumirme
en una infelicidad cada vez más y más profunda. ¿Por qué me sentía así?
Al permitirme ser honesta conmigo, comprendí que la vida que estaba viviendo
no era la que quería y por eso la desdicha fue ganando terreno, hasta el
punto de ir relegando la alegría, la ilusión y el entusiasmo que formaban parte
de mi esencia a un segundo plano, sin yo poder hacer nada.
El siguiente paso fue entender que era yo la que tenía que hacerme responsable
de transformar esa desdicha en amor y felicidad; analicé punto por punto
todos los recovecos de mi vida, cuando identifiqué dónde era más profunda esa
desdicha, todo comenzó a tener sentido y a cambiar.
Descubrí que esa desdicha había llegado a mi vida cuando dejé de amarme a
mí, anteponiendo los deseos de los demás a los míos, dejando de escucharme a
mí, a mis sentimientos, a mis deseos, a mis anhelos.
En ese momento, comencé a relajar la mente
y a darme mucho amor, a quererme por cómo soy, a respetarme y hacer primero lo
que mi intuición me decía que tenía que hacer, si estaba en consonancia con los
demás, o no, eso no dependía de mí, lo que sí dependía de mí era respetarme y
entender que no hacerlo es lo que me causó esa desdicha.
Comprendí que buscar la felicidad y hacer con amor todo lo que hacía podría
ser el antídoto a esa desdicha, que a priori parecía fuerte e
invencible. No fue fácil hacerlo, pero cuanto más feliz quería ser, y más
cosas hacía que me llevaban a ese estado de felicidad, más débil se iba
haciendo ella, claro que yo no quería que fuese débil, lo que quería era que
desapareciese de mi vida, y que no volviese nunca más a mirarme a un espejo y
ver esa imagen que no reflejaba quien soy yo, y por qué me quiero tanto siendo
como soy.
Aprender a aceptar que lo desdichada que me sentía no era por nada, ni por
nadie ajeno a mí, fue todo un acto de generosidad, humildad y amor hacia mí. El agradecimiento por haber sido capaz de entender que si
dejo de ser quien soy por complacer a los demás no me hace más feliz,
sino todo lo contrario, fue el siguiente paso para convertirme en una
mujer que se quiere y que ha dejado atrás la desdicha, “aprender a querer es
aprender a sanar”, desde ahí es desde donde soy feliz y dije adiós a la
desdicha, ya que no tendrá ningún recoveco por el que entrar en mi vida.
Fue muy importante para mí comprender que
si yo no me quiero, no puedo pretender que nadie me quiera, y no puedo querer a
nadie. ¿Cómo hacer por alguien, algo que no soy capaz de hacer por mí
misma? Respetarme y respetar al otro tiene que pasar primero por
respetarme a mí, sino ¿cómo podré respetar a alguien? Ese fue un
aprendizaje que me llevó tiempo, en el que la soledad que buscaba y necesitaba
en ese momento fue la mejor de mis amigas.
Durante ese proceso de cambio, algunas
personas me tacharon de egoísta por creer que al hacerlo, sólo estaba pensando
en mí y en satisfacer mis deseos y necesidades sin tener en cuenta a los demás,
cuando vieron que no era así, sino que lo que estaba haciendo era un acto de
amor que todas deberíamos hacer por nosotras mismas, no solo mejoró mi
felicidad, sino que la expandí en el resto de personas que me rodeaban, y estas
a su vez a las que las rodeaban a ellas.
Compartir y querer es vivir, siempre que
se haga desde la libertad de cada uno y no desde el complacer al otro sin tener
en cuenta tus deseos y necesidades, hacerlo así y darme cuenta que el amor y el
respeto hacia mí es innegociable, fue el camino que me hizo volver a quererme y
a respetarme. No hacerlo, es lo que en mi caso me llevó a ser una mujer
desdichada.
A día de hoy puedo decir que esa desdicha forma parte de mi pasado, y que ahora me siento feliz, y plena amándome siendo como soy, haciendo
lo que hago, y viviendo feliz a mi manera, compartiendo ese estado de
amor y felicidad con todo el que quiera formar parte de mi vida.
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Mariví
Porras es mi segunda invitada de este proyecto Mujeres que aprendieron a querer. Ella es
la autora del blog Tu amiga online y nos
regala un hermoso relato en primera persona de una mujer desdichada que se descubrió
triste y apagada frente al espejo por haberse olvidado de ella misma y de quien
era.
Por lo general las mujeres desdichadas suelen esconderse
tras una máscara de aparente felicidad y fortaleza, pero estando a solas
ese teatro se derrumba delante de nuestro peor espectador como lo es el espejo,
ese amigo y enemigo que nos mira tan de cerca y que saca lo mejor y peor de
nosotras.
Cuántas
sonrisas falsas en nombre de esa aparente felicidad se gesticulan a diario
porque estamos en un mundo de tristes que no toleran a los tristes, y
es justo allí cuando la desdicha va ganando terreno dentro de nosotras hasta
que un día nos confronta y no nos queda de otra que reconocerla, hurgar en
nuestro interior hasta dar con ella, tal vez en un pasado remoto o en una
tristeza añeja.
Mariví se define a sí misma
como una mujer creativa, soñadora, optimista, curiosa, emprendedora, entusiasta
y apasionada de la vida y la lectura, aspectos que se ven reflejados en sus
posts, los cuales son textos muy bien elaborados que te recomiendo ir a leer
una vez que dejes un comentario.
Unos dejando de querer y otros dejando de soñar, así de dura está la vida.
— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) febrero 14, 2014
ResponderEliminarMi nombre es Dora Gomez. Por respeto a ti y a tus hechizos, debo dar a conocer este testimonio a todos. Fui a ver a otros lanzadores de hechizos sin ver ningún resultado, todo lo que querían era después de mi dinero. Ojalá hubiera venido a verte antes, te aproveché al máximo. Mi ex marido se ha ido por un año y yo fui a todas partes y busqué otros lanzadores de hechizos, pero no obtuve resultados hasta que mi amiga me presentó al doctor Sunny. Después del hechizo de amor, finalmente recibí una llamada de él en menos de 48 horas. Sus hechizos han hecho maravillas y mi marido ha vuelto lleno de amor. ¡Fue como un milagro! De repente regresó con flores diciendo que debería dárselas. Me quedé realmente atónita y conmocionada cuando mi esposo se arrodilló para pedir perdón y que yo lo aceptara. Estoy muy corta de palabras y feliz, eres un Dios enviado a mí ya toda mi familia. Y ahora soy otra vez una mujer feliz. Muchas gracias Dr. Sunny. Para todos aquellos que buscan un lanzador real, comuníquese con el Dr. Sunny en; drsunnydsolution1@gmail.com También puede enviar Whatsapp al +2348082943805
Mano vardas Dora. Iš pagarbos tau ir tavo kerams privalau visiems pasakyti šį liudijimą. Nuvažiavau pamatyti kitų burtų ratukų, nematydamas rezultatų, viskas, ko jie norėjo, buvo mano pinigai. Aš tik norėčiau, kad atvyčiau pas tave anksčiau, aš iš tavęs išnaudojau visas galimybes. Mano buvusio vyro nebėra metams, aš visur ėjau ir ieškojau kitų burtų vedėjų, bet rezultatų nebuvo, kol draugas supažindino mane su dr. Po meilės užkeikimo pagaliau sulaukiau jo skambučio per mažiau nei 48 valandas. Jo kerai padarė stebuklus, o mano vyras vėl kupinas meilės. Tai buvo tarsi stebuklas! Jis staiga grįžo su gėlėmis, sakydamas, kad aš turėčiau jį padovanoti, aš buvau labai nudžiugęs ir sukrėstas, kai mano vyras atsiklaupė maldauti atleidimo ir man tai priimti. Man tikrai trūksta žodžių ir esu laiminga, tu esi Dievas, atsiųstas man ir visai mano šeimai .. Ir dabar aš vėl laiminga moteris. Labai ačiū dr Sunny. Visiems ieškantiems tikro ratuko susisiekite su Dr.Sunny šiuo adresu: drsunnydsolution1@gmail.com Taip pat galite „Whatsapp“ telefonu +2348082943805
ResponderEliminarYo me considero una mujer muy desdichada mi esposo y mi familia no me quieren yo nunca supe hasta que nivel de maldad tenian las personas principalmente mi padre que me llama puta nunca se lo perdonare dios que se encargue de todas las personas que supieron hacerme mal principalmente por que son sangre de mi misma sangre.
ResponderEliminarLa solución no es intentar ser feliz. Sino. Ser infeliz🙈🙉🙊
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