Conocí a Pilar en un grupo de blogueras donde ambas somos partícipes junto con unas 200 bloggers más, y lo que más llama mi atención, que tal como ocurre en una reunión, un salón de clases o un lugar donde hay mucha gente (así sea un espacio virtual), siempre conectas con unas personas más que con otras, así me pasó con ella y por eso hoy está invitada en mi blog y tiene un exclusivo espacio de soledad. Me encanta su blog porque en él habla sobre el deporte y estilo de vida saludable, pero esta vez nos regala 3 herramientas para lograr el desarrollo personal, así que sigue adelante en la lectura y quédate un rato con sus interesantes palabras.
Hola a todas las lectoras de Espacios de Soledad. Muchas gracias por permitirme participar en este maravilloso espacio. Gracias Eliana por brindarme esta oportunidad.
Hola a todas las lectoras de Espacios de Soledad. Muchas gracias por permitirme participar en este maravilloso espacio. Gracias Eliana por brindarme esta oportunidad.
A día de hoy me encuentro en un momento de madurez, de descanso y
sosiego conmigo misma. Ahora estoy feliz, y plena de confianza. Tengo dudas, y
a veces me tambalean las emociones, pero he aprendido a sosegarme y a tomarme
las circunstancias como eso, circunstancias.
A este punto no llegué por casualidad, y tampoco lleva conmigo demasiado
tiempo… Cuando miro atrás, recuerdo a una joven agobiada, cabreada con la vida,
y dramática, muy dramática. Recuerdo que la tristeza invadió mi vida y se
adueñó de mí. Lloraba ante cualquier persona y por cualquier motivo.
Culpaba a mi madre que no me atendía como yo quería, la asfixiante falta de
dinero, el esfuerzo que tenía que hacer para conseguirlo, culpaba a todo mí
alrededor.
Observaba a mis amigas que no se veían culpables, que se reían de lo que
les pasaba, que se tomaban las cosas con humor. Y entonces profundicé en el
desarrollo personal. ¡Claro! No me habían enseñado a cuidar mis emociones, no
había aprendido a desarrollar mi persona.
Estas han sido las 3 herramientas que más he trabajado en
mi desarrollo personal; los tres puntos que me han sacado de esa vorágine
de enfados, tristezas son: tomar las
riendas de mi vida, trabajar mi autoestima y acostumbrarme a tener miedo.
Las
riendas de mi vida
Uno de los pasos más importantes que di fue alejarme de mi ciudad. Fui a
la capital del Reino Unido. Y me fui para poner a prueba una frase que leí de
Jorge Bucay: los obstáculos no existen, los ponemos nosotros.
Había culpado a mis padres que no me dejaban viajar a Londres, que era
uno de mis grandes sueños de la adolescencia. Al cabo de un año, estaba en esa
ciudad. No fueron mis padres el obstáculo, fui yo la que no se atrevía a dar el
paso.
Aprendí en ese viaje a tomar las riendas de mi vida, porque me había demostrado que si yo quería hacer
algo, lo podía conseguir.
Con esto quiero decirte que eres responsable de tu vida, de lo que te
sucede, de lo que dejas que te hagan y de tu reacción frente a lo que te hacen.
Está en tus manos conseguir lo que te
propones.
Al tomar las riendas de tu vida, sales del victimismo. Pones la conciencia a trabajar y el esfuerzo
queda en tus propias manos. Empiezas a pensar en soluciones o posibilidades
para alcanzar tus metas. Porque cuando caes en victimismo, le das el poder al
otro de dominar tu vida.
Para salir del victimismo y tomar las riendas de tu vida, ¿hay
algo que puedas hacer hoy?
La autoestima
Yo conocía la autoestima baja: soy gorda, bajita, llevo gafas,
no tengo ropa bonita, tengo el pandero como un sillón.
¿Dejarías que alguien persiguiera y acechara a tu hijo, le
insultara? ¿Dejarías que alguien empujara con fuerza a una señora de 80 años?
¿Permitirías que alguien llamara a un discapacitado feo, inútil, gordo,
estúpido o lo amenazara?
¡Por supuesto que no! ¿Verdad? Como alguien hiciera esto, te lo
cargabas, ya que eso se llama maltrato psicológico. Pues bien, esto es lo que te haces constantemente a ti
misma, cada día, a todas horas.
Mejorar tu autoestima es
creer realmente que mereces todo lo bueno que quieres y que tienes. Es darte el permiso
para querer, luchar y alcanzar tus objetivos. Si yo me creo valiosa me
protegeré y buscaré lo bueno que quiero que me suceda. En cambio, si no me creo
valiosa toleraré abusos y no me atreveré a soñar ni a poner en marcha mis
sueños.
Al igual que cuando un niño llora por algo que le ha pasado le
das consuelo, cariño y ánimo. Tu autoestima es tu aliada para cuidarte del daño
de los demás, es la forma en la que te proteges y te consuelas.
Nace dentro de ti, por eso no sirve que te digan lo que vales.
Esa afirmación y creencia debe originarse dentro de ti.
El miedo
Y por último ese terrible compañero de viaje. Creemos que lo
natural es no tener miedo y que si tenemos miedo es el camino equivocado.
Tu miedo hace que aguantes relaciones complicadas (incluso
contigo misma), que permanezcas donde no quieres estar, que desperdicies
oportunidades o que te relaciones con gente a la que aborreces o con la que te
sientes totalmente desconectada.
¿Por qué? Por miedo a quedarte sola, a equivocarte, a no
pertenecer, a no conseguirlo.
Hay dos tipos de miedo. El físico (es instintivo) y el mental.
El primero aparece en situaciones de peligro real. Tienes miedo a caer, a
herirte, a morir. El segundo, todo un psicothriller,
es en el que me voy a centrar.
Este miedo se sustenta en la idea de acontecimientos futuros muy
dramáticos, casi siempre exagerados. Imaginamos lo peor, que todo irá mal ¿por
qué? Porque no sabemos lo que hay al final del camino.
Igual que los Romanos creían que después de Finisterre se caía el mar y te comían los monstruos, tú crees que
por no ver el desenlace te van a comer los monstruos.
No es
valiente quien no siente miedo, sino quien lo siente y tira adelante igualmente. No se
trata de negar el miedo, se trata de reconocerlo y de relativizarlo: cierto
grado es necesario y prudente. En este artículo en mi web te doy una herramienta para atenuar el miedo.
El miedo es también signo de movimiento. Si no tienes miedo es
porque no te estás moviendo. Nos indica que estamos en camino, así que debemos
continuar.
No desaparece nunca y lo único que puedes hacer es acostumbrarte
a su presencia, sin dejar que gobierne tus decisiones y acciones.
Te animo a que compartas tu experiencia, ¿Te has
sentido así alguna vez: víctima, sin autoestima o con miedo? Te espero en los comentarios.
Ella es Pilar, autora de la web Pilar Marina y creadora del canal de YouTube que lleva su mismo nombre, es deportista, y lo mejor de todo, es que su web está enfocada en el deporte y la motivación. Le encanta leer, hacer deporte y dormir y comer, o comer y dormir, pero sobre todo sonreír y llenarse de buena energía. Si quieres saber más de ella síguela en Twitter.
Lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos.
— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) febrero 4, 2014
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