Todavía no cumplo los 40 pero estoy a unos
cuantos meses de lograrlo, me han
contado que es una década estupenda, ya te sientes más segura de ti misma y
pisas con más fuerza y determinación aquello que te planteas, al parecer las mujeres por estos años ya
van más claras frente a sus propósitos de vida, y además, dicen que el sexo
es fabuloso; pero nadie me ha contado
sobre cómo le hizo para superar los treinta, nadie me ha dicho de cómo no
quedarle agradecida a una década que te da tanto y justo la que te prepara para
entrar en la madurez de la vida.
Inicio mis treinta con la muerte de mi padre,
qué grandiosa forma de comenzar una década, sí lo sé, estoy siendo irónica,
pero es que luego de casi diez años me doy el lujo de sacar el sarcasmo a
pasear porque aquel dolor me costó tres años en superarlo, es decir, el 30% de esta década me la pasé en duelo
y el resto fue algo así como acomodar el dolor en mi interior para que
aprendiera a vivir con mis aciertos y alegrías, así que en mi equipaje emocional
llevo a cuesta esta tristeza, entre otras tantas que no son tan obvias ni
explícitas.
Se suele comenzar los treinta como quien no ha
caído en cuenta que los veinte ya terminaron, uno debe darse un tiempo para entender
que comienza una nueva etapa y que esta
viene adornada con un nuevo número por delante de la decena, y no solo es cuestión
de números, aunque tu cuerpo también esté llevando la cuenta.
Lamentablemente vivimos los veinte como si
nunca se fueran a acabar, cometemos muchos errores poniendo como excusa a la
juventud y luego nos ves a los treinta
recogiendo todo el desastre y buscando maneras de tapar el desorden emocional
para que no se nos note tanto, y hasta se nos puede ir una década entera en
arreglarlo todo, y aun así, quedarle debiendo.
Es como si te pasaras diez años pidiendo
prestado y ahora tienes diez años más para pagar la deuda, y cuando llegas al
final, te das cuenta que aun sigues debiendo los intereses, pero como quieres comenzar los cuarenta sin
deberle nada a la vida, te apresuras al final de tu treintena a ver si
puedes quedar a paz y salvo y comenzar desde cero, o mejor aún, comenzar con las vivencias sanadas y los
rencores recogidos.
Quiero celebrar mi cuadragésimo cumpleaños despidiendo con honores a mis treinta y
recibiendo con dignidad a mis cuarenta, pronosticando que será una de las
mejores décadas de mi vida y justo los años que comenzaré sin deudas emocionales,
porque para mí los treinta son diez años
que no deben desperdiciarse pensando que luego lo recompones todo, creyendo
que después restauras lo que nunca quisiste reparar en su debido momento o que
puedes seguir cometiendo errores y luego los arreglas cuando ya tengas unas
cuantas canas encima.
Genéticamente hemos evolucionado y en la actualidad una mujer de 40 tiene la
misma energía, vitalidad y apariencia que una de 30, pero emocionalmente no
somos las mismas, físicamente lucimos más jóvenes a como pudieron lucir
nuestras madres y abuelas, y además nuestras mentes y emociones están por
encima porque nos atrevemos a ser nosotras mismas con todas las consecuencias
que eso traiga y las diferencias sociales que eso implica.
Las cuarentañeras
están de moda, son
decididas y menos ansiosas, procuran el bienestar interno antes que la
apariencia física, y esto ocurre porque desde
los treinta estamos trabajando en nosotras mismas y no le dejamos a los
demás nuestras culpas, hemos recogido nuestra basura emocional y no la hemos
tirado en el jardín personal de otros y mucho menos de los que amamos, y todo eso lo aprendimos en tan solo una década.
Así que si
eres una cuarentona solterona que abraza la soledad como una opción de vida,
o si estás divorciada y ya le perdiste la paciencia a relaciones que no
funcionan, o si decidiste ser madre primeriza a los cuarenta, o si tienes hijos
adolescentes o adultos y ahora te dedicas el tiempo a ti misma, o si quieres
dejarlo todo y empezar de cero, o estás disfrutando de tu sexualidad como nunca
en la vida, es porque trabajaste en ti
misma desde los treinta y no desperdiciaste los años creyendo que aun
estabas en los veinte y algún día todo lo arreglarías.
La cuarentena es una década para mujeres que
quieren sentirse amadas y descansar
en lo femenino, de este lado de la vida
ya se respira otro aire porque estás justo donde quieres estar, claro que no es
fácil salir de los 30 y entrar en los 40,
confieso que me da mucho miedo envejecer, pero si los treinta te preparan para
la madurez, los cuarenta te preparan para el otoño de la vida, solo hay que
abrirse y estar atentas al aprendizaje, cada década tiene su encanto y yo ya me estoy despidiendo de unos
maravillosos treinta que me enseñaron a vivir como realmente se debía.
Puede que termine extrañando esa que fui, puede que al verme al espejo ya no vea a la misma y
puede que me recuerde con nostalgia y a la vez con optimismo, y de seguro reconozca
que en los veinte fui más linda por fuera, pero en los treinta me volví hermosa
por dentro, disfruté más los treinta
porque fue una época en la que me di pasos más acertados y duraderos, ahora me preparo para entrar en una década grandiosa
que espero vivir con plenitud, vitalidad y en constante crecimiento interno.
Una vez que lo piensas, ya lo estás creando.— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) 3 de mayo de 2016
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