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Desnuda escribiendo al desnudo (Post invitado)



Mis escritoras invitadas siempre me sorprenden porque con sus historias le dan otro aire al blog, como es el caso de Carolina, quien nos trae un escrito maravilloso en el que desde una aparente banalidad nos muestra una forma de resolver conflictos en nuestra vida y nos regala una técnica para resolverlos; les dejo a continuación un texto rico en contenido y espero que disfruten tanto como yo de sus valiosas palabras.

Es la 1 de la madrugada y no puedo dormir; el implacable verano ha llegado para quedarse. En vez de estar molesta por ello, te diré que ¡Me siento feliz!
Hay mucho silencio, sólo escucho mi respiración y el sonido del boli al pegarse bruscamente al papel para dibujar mis terribles jeroglíficos. Sin embargo, empiezo a escuchar algo más.

Mi otra YO ha aparecido de nuevo. Llevaba semanas extrañándola, necesitándola y buscándola casi con desesperación. La sequía ya era notoria y me sentía desahuciada y vacía.


Cuando aparece llega de improviso, irrumpe generalmente en la noche cuando intento desconectar de mi ruido interno, justo ahí retorna para conectar con mi alma.


Me hace estar aquí poseída, me hace olvidarme de todo. A ella no le importa; sólo quiere plasmar sus mensajes a través de mis manos. Soy su conducto hacia lo real.


Escribo como loca sin parar y hace que mi letra se convierta en terriblemente cursiva. Debo respirar porque no me estoy entendiendo.


Soñaba con volver a sentir esto, sentir que se me desborda el alma y que tengo que vaciarla, al mismo tiempo darle voz a sus susurros, a sus gritos, darle vida a sus mensajes. ¡Es inconmensurable!


A esta hora muchos duermen y sé que a muchos frikis como yo nos asalta la voz, la otra voz. Es nuestro deber dejarle hablar, escuchar y plasmar su esencia.


Esa que sale, que brota, que surge como pregunta, como respuesta, como apertura a un debate entre esta que escribe y mi otra YO. Entre lo que me conmueve, lo que amo y lo que me sorprende de la vida. Suplicios que se convierten en mensajes importantes que sólo yo puedo descifrar.


Encontrando reflexión en la banalidad


Acaricio mi cabello, justo cuando intento dormir, lo hago recordando como lo hacía mi madre cuando era pequeña para arrullarme, me encantaba. Noto algo diferente, un cambio, ahora está muy sedoso, no siempre está así, el agua de Madrid tiene mucha cal.


Ahora recuerdo el porqué, mi nuevo experimento ha dado resultado, por fin me he librado de la molesta resequedad capilar gracias a un artículo de belleza que leí, donde recomendaban usar aceite de té de árbol para eliminar el problema en el cabello.


Tiendo a ser muy escéptica con estas cosas; lo dudé, lo pensé, lo medité y después de mucho tiempo lo puse en práctica. (Soy un tanto reacia a esas cosas) y de repente Voila ¡Resequedad capilar eliminada!


No te imaginas cuántas veces me abstuve de ir a una peluquería para hacerme un peinado o un corte de cabello. Cuando no había más remedio, sufrir porque esa persona lo iba a ver y lógicamente hacerme el comentario. ¡Me sentía fatal!


Aunque no es un drama completo, sí que afectaba una parte de mi autoestima. A veces intentaba olvidarme de eso y seguir adelante.  


Hay personas que quizá tienen problemas más complejos, una cicatriz muy visible, acné severo, manchas en su rostro, en fin, otros, en todo caso, eso te corta un poco de enfrentarte a las personas con la seguridad de ser tu mismo.


Te preguntarás por qué te cuento estas cosas, pero increíblemente esta banalidad tiene un hermoso y reflexivo trasfondo de vida.


Llevaba años, muchos años con este problema en mi cabello y nunca había hecho nada contundente al respecto; bueno nada eficiente. Sí que cambié mil veces de champú y me hacía mascarillas capilares pero nada de nada. Al final me había resignado a que no tendría solución y de alguna manera aprendí a convivir con ello.


El tema es que la verdad no me había esforzado lo suficiente, no me había concentrado en la causa, en la raíz de mi problema. Hasta que puse en práctica algo que aprendí hace algunos años


La técnica de cinco porqués


Esto sí que me trae otro recuerdo, mi tiempo como Asesora empresarial en Colombia y mi experiencia con Normas Técnicas de Calidad ISO.


La técnica de los porqués es una técnica de origen Japonés. Tal como dice wikipedia: La técnica fue originalmente desarrollada por Sakichi Toyada. “Es una técnica para realizar preguntas iterativas usadas, para explorar las relaciones de causa y efecto subyacentes a un problema particular”.


El objetivo principal de la técnica es determinar la causa raíz de un defecto o problema repitiendo la pregunta "¿Por qué?"


Te pondré un ejemplo para que entiendas:


Problema: No conozco bien a mi pareja


Primer porqué= Porque no pasamos suficiente tiempo juntos.

Segundo porqué= Porque trabajamos muchísimo 24/7 a la semana.
Tercer porqué= Porque tenemos muchos gastos.
 
Cuarto porqué= Porque compramos cosas que realmente no necesitamos.

Cinco porqué= Porque creemos que es necesario para aparentar nuestro estatus social.


Análisis:


Es cierto, en el cuarto porqué podríamos ya detectar la causa, la raíz del problema en cuestión y con base en ello intentar crear una acción o estrategia para eliminar la causa de nuestro problema.


Acción correctiva para eliminar la causa del problema:

Esta podría ser una opción: Deshacernos de las cosas que no necesitamos para minimizar gastos y luego disminuir las horas de trabajo de ambos para pasar más tiempo juntos. ¡Empezar a conocernos de verdad!


Cuántas veces hemos tenido un problema y hemos pasado de él, sin haberle dado una solución, sin intentar pensar en cómo resolverlo.


Enfoque equitativo: 


Y es que a veces te duermes en los laureles, el problema es que a veces nos terminamos acostumbrando y al final nunca se hace algo efectivo por solucionarlo.


Cuántas veces lloramos o nos lamentamos por algo que no nos gusta y no hacemos nada al respecto. Quizá es miedo, pereza, desamor, falta de autoestima o sencillamente no estás acostumbrada a solucionar problemas y/o inconvenientes.


Quizá esperes que algo pase o que alguien llegue para solucionarte el problema. Acaso no crees en ti misma y en las soluciones que crees puedan ser una solución. Tal vez tememos enfrentar situaciones dolorosas o liberarnos de personas tóxicas.


Probablemente es el hecho que al solucionar este inconveniente sabemos que nos enfrentaremos a una situación novedosa; a circunstancias desconocidas y personas nuevas en nuestra vida.


Si analizas bien, muchas veces  por no decir casi siempre, nos hemos acostumbramos a la situación, pasamos por alto las señales, le cogemos cariño a ese problemita, vemos que al vecino le pasa lo mismo y como él no hace nada, pues no hay que hacer nada. Lo disfrazamos de molestia, lo dejamos pasar y ahí está el desacierto.


Cómo intentar solucionar un problema


Así como puse fin a mi superficial problema, segurísimo empezaré con el resto de cosas que no me gustan. Estaré más alerta a los aspectos de mi vida, a mejorar por mí y para mí.


Esto me dio un gran impulso, me demostró que todo es posible si nos lo proponemos, si enfrentamos este problema abordando con un enfoque realista y libre de estrés.


  • No te enfoques en el problema, tranquilízate.
  • Analizar las causas del problema y determinar posibles soluciones.
  • Evita el estrés y enfócate en la solución, en pensar.
Te aseguro que la técnica de los cinco porqués es efectiva porque te hace descubrir razones ocultas, no visibles a simple vista y a desarrollar soluciones optimas, en el sentido que eliminan la causa, el origen y la raíz del problema.


¡Espero lo pongas en práctica! 


Escribo desnuda y desnudo mi alma para ti. Ambas podemos aprender y mejorar como personas. No es fácil, pero cada día me voy liberando de las pesadas cargas del qué dirán de mí, de los pensamientos de otros hacia mi persona; porque lo más importante es que estoy muy segura de lo que soy, estoy en paz conmigo misma.


Ahora si te pasan cosas como esta... Pregúntate ¿por qué te cuesta solucionar tus problemas, tus dificultades y/o circunstancias? ¿A qué le temes? ¿Qué te detiene?


Carolina González tiene profesiones y experiencia en el mundo de las empresas, pero eso ha quedado atrás porque la que escribe ahora es otra Carolina. En esta nueva vida ha vuelto a nacer en lo que es su pasión: dedica darle vida a su vida dando lo mejor a otras personas, para que estas se encuentren a sí mismas y sean más conscientes a través de sus escritos. Encuentra en la escritura el elixir de la vida. Intenta hacer recordar al mundo lo que muchas veces dejamos pasar gracias al ruido interno que nos roba la vida. Ella solo desea hacerte reflexionar sobre lo que somos, lo que hacemos y sobre las relaciones con los demás. Amante de la vida, escritora en proceso y filosofa empírica. Léela en su Blog y síguela en Twitter y Facebook.

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