¿Te desilusionas con facilidad de la gente? ¿Esperas mucho de los demás? Por lo general cuando esperamos mucho solemos
frustrarnos bastante, cada quien tiene un concepto de vida que lo más probable
es que difiera de tus creencias, cada cual tiene su forma de actuar y anda en
su propio proceso, pienso que las personas no tienen porque vivir complaciendo
a los demás como único objetivo de vida ni otros esperando a que solo los
complazcan ni creando situaciones que solo los favorezcan.
¿Cuántas veces te han dicho: pensé que dirías otras palabras o creí que
harías algo distinto? Al parecer las
personas andan esperando cosas que por nuestra mente no pasan y se ofenden
porque no hicimos lo que ellos pretendían y lamentablemente no se encontraba
dentro de nuestras pretensiones.
Si hicimos una promesa lo normal es que se esté esperando por ella, pero si
no prometimos nada, no es justo entonces que se recrimine aquello que ni por tu
mente pasaba. Es curioso cuando alguien se molesta contigo porque no tuviste la
osadía de adivinar lo que quería, o cuando nos ofuscamos con nuestra pareja
porque no hizo o dijo algo que solo se encontraba en nuestras expectativas.
El día que dejemos de esperar tanto de los demás todo será distinto, nadie
podrá decepcionarte por algo que no hizo, al menos que haya habido una
conversación previa y se haya roto un acuerdo mutuo, pero si no fue así,
entiende que la expectativa es la que da lugar a la decepción justo cuando algo
no se da tal cual lo soñamos.
La expectativa crea una basura emocional que tú mismo te has infundado,
nadie defrauda lo que no conocía, la desilusión muchas veces es hacia nosotros
mismos, nuestro mundo expectante va creando escenarios que tal vez ni existan,
y hay que saber discernir cuándo una expectativa la colocamos como pauta o punto
de partida para determinar si las cosas nos van a gustar o no.
Cuando alguien te ofende porque hizo todo lo contrario a lo que tú
esperabas ¿puedes entender que no tuvo la capacidad para entrar en tu mente
y observar tus pensamientos y por ende cumplir tus expectativas?
No se trata de eliminar las expectativas porque se estaría eliminando un
ámbito ilusorio que funciona en nosotros, se trata de ser dueño de ellas y que
no sea la expectativa la que se apodere de nuestro sentir o la que se convierta
en el telón de fondo con el cual constantemente vivimos comparando la realidad,
y es más difícil aún cuando la expectativa se vuelve la matriz o la referencia
principal con la que posibilitamos el disfrute o no de la vida.
Cuando la expectativa te atrapa o te limita, no eres capaz de flexibilizar
lo que esperas y de saber que siempre será ganancia cualquier cosa que ocurra.
Así que cuando interpretamos situaciones o leemos los gestos de los demás en
nuestra contra, debemos tener una perspectiva amplia para diferenciar cuánto
hay de subjetividad allí y cuánto de eso es la realidad, cuánto es tuyo y
cuánto aporta la otra persona de esa interpretación que tú creíste o sentiste
ofensiva.
La gente se tiende a decepcionar en la medida que tiene más expectativas,
las situaciones expectantes que le ponemos a los eventos y a los sueños no
pueden determinar nuestra vida, es importante comprender que la decepción
siempre es un problema de quien se hizo la expectativa y no de quien no la
cumplió.
Cuando la persona es controladora le cuesta aceptar que las cosas no
necesariamente se van a dar tal como ella lo espera, creerá que sus
expectativas son la única y verdadera forma de ver la vida y es así como los
demás deberán responder, aunque nadie esté en conocimiento de sus pensamientos
y de la manera como percibe la vida.
Lo principal es aceptar que todas las personas de tu vida están ocupadas
llevando a cabo sus propias situaciones, que muchas no tienen la disponibilidad
que tal vez tú si tienes, y no por ello hayan dejado de importarles lo que te
esté ocurriendo, aprendamos a no esperar demasiado, y si esperamos, que eso no
se salga de los limites que los demás pueden ofrecernos, o que la esperanza se
vuelva un único concepto sobre el cual nos planteamos lo que viviremos
posteriormente.
Se siente mejor cuando alguien gratamente nos sorprende, cuando nada
esperamos, cuando no nos fabricamos ilusiones que sobrepasan la medida de
quienes conocemos, cuando no sobrevaloramos las expectativas creyendo que los
demás estarán a la altura de nuestros deseos.
No dejes que nadie te ofenda por lo que no te ha dicho, no permitas que la
gente te maltrate por lo que no te hizo, no te desprecies por las preferencias
de alguien ajenas a lo que tu prefieres, no elijas esperar, opta por darte
cuenta que cada quien anda en lo suyo, y que si estás esperando mucho de los
demás, es porque tal vez no te estás sabiendo dar a ti mismo lo que nadie sabe
darte.
No soy ni pretendo ser del tamaño de la expectativa de nadie.— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) 19 de mayo de 2015
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