Tras muchas experiencias vividas he conseguido notar que mi personalidad es sumamente fuerte, pero con una sonrisa y siendo amable logro lo que quiero. Cuando entablo lazos de amistad con alguien le ofrezco lo mejor de mi misma. Tengo un don increíble para hacer reír a los demás. Me siento una mujer querida, talentosa, responsable, condescendiente y amorosa, aunque me costó 30 años darme cuenta de la gran persona que soy.
Desde muy pequeña
tuve muchos complejos que hicieron estragos en mí. He sido una persona insegura
y a veces temerosa, pero sentir el amor que recibo de las personas que me
rodean, palpar mis logros y ver los resultados de mis aportes, ha hecho que
reflexione a cerca de mis cualidades.
Soy partidaria de
que es necesario hacernos notar en el lugar en que estamos, pero de una manera
sencilla, sin caer en la prepotencia. También estoy a favor de participar, de
preguntar, de responder, dialogar, investigar y transmitir los conocimientos adquiridos.
Valoro lo que Dios
y la vida me han dado; agradezco la fortuna de estar rodeada de personas
maravillosas: mi familia, mi pareja y mis amigos.
De mi familia puedo
señalar que mi madre es una mujer fuerte y orgullosa, pero sin duda en la que
más confío, mi soporte y apoyo. Mi padre, amoroso y ocurrente, del que heredé
muchos de mis dones, rebosó mi vida de tanto amor que aún en su ausencia física
logro disfrutar de su cariño. Mi hermana mayor, fue, es y será de esas personas
en las que ves un ejemplo, que llegas a decir “quiero ser como ella”. Mi
hermano, el del medio, porque soy la más chica de edad, el que me busca hasta
debajo de las piedras, ese hombre de tanta fortaleza que me hace ver en varias
ocasiones que la vida no es tan dura como creo; y de mis sobrinos puedo sentir
ese amor correspondido que tanto bien hace a mi vida.
Miro al pasado y
veo a una niña triste, pero la mujer del presente es un ser completo que
disfruta de cada momento, que trabaja para ser cada día una mejor persona,
sencilla y a la vez compleja, que sabe que la felicidad es algo efímero que se
debe disfrutar al máximo, sin pensar mucho y tener los ojos bien abiertos para
que el momento quede grabado en la memoria.
De eso se trata la
vida, de vivirla y que cada instante nos dé un aprendizaje. La definición del término vida está sujeta a la
interpretación individual de cada ser humano. En un sentido elemental la vida
es saber que la verdadera felicidad es hacer feliz a los que amamos; es reírnos
a carcajadas hasta quedarnos sin aliento, es sentarse a conversar con la
familia; es compartir con los amigos y saber que hay uno de ellos en el que
confías más que en ti mismo; es saber que tuviste al mejor padre del mundo, que
lo abrazaste y que le dijiste cada vez que pudiste que lo amabas; es tener como
mejor amiga a tu madre; es tener también un par de hermanos y cuatro sobrinos
por los que darías tu propia vida; es crecer y hacerte responsable por el
sustento de tu hogar; es estudiar lo que más te gusta y ejercer en ello; es
leer un buen libro; es tomarte una copa de vino o un vaso de whisky con agua de
coco; es ir a la playa con todos tus amigos o con uno de ellos y que el calor
de esa compañía sea más fuerte que el calor del sol.
Es ver sonreír a un niño, es ayudar al prójimo, es orar por las noches y agradecer a Dios por lo afortunado que eres; es oír, es ver, es sentir, es tocar. Es estar enamorado y ser correspondido; es reconciliarse con esa persona especial; es tener muchos amigos y sentir que a todos les encanta estar contigo; es tener el don de hacer reír a los demás. Es sentirte querido y poder querer del mismo modo. Es saber que tienes talento en algo y reconocer que no eres bueno para otras cosas, pero que aún así, te atreves a enfrentar el reto.
Es ver sonreír a un niño, es ayudar al prójimo, es orar por las noches y agradecer a Dios por lo afortunado que eres; es oír, es ver, es sentir, es tocar. Es estar enamorado y ser correspondido; es reconciliarse con esa persona especial; es tener muchos amigos y sentir que a todos les encanta estar contigo; es tener el don de hacer reír a los demás. Es sentirte querido y poder querer del mismo modo. Es saber que tienes talento en algo y reconocer que no eres bueno para otras cosas, pero que aún así, te atreves a enfrentar el reto.
Es un buen plato de comida; en beber agua con
sed; es dormir hasta tarde; es no escuchar el despertador. Es despertar y ver a
la persona que amas a tu lado. Es ver tu programa de televisión favorito o ver
una película que te hizo llorar a mares. Es verte al espejo y sentirte
atractivo, es conseguir dinero en el bolsillo del pantalón y que ese mismo
pantalón te quede un poco grande.
La
vida es tener la satisfacción de lograr lo que te propones; es aprender de los
errores; es llorar desconsoladamente; es sentirte orgulloso de ti mismo. Es, en
fin, todos los momentos que te hacen sentir vivo.
Dayana Vásquez Vásquez, comunicadora social, productora audiovisual y periodista del diario El Universal en Venezuela.
Síguela en @dayanamw
Ya no expongo mis heridas ni las llevo abiertas, comprendo que nadie me ha herido, entiendo que yo sola las cierro.
— Eliana Vasquez (@eliana_77ve) Mayo 19, 2015
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